Judith Kerr es una escritora. Nació en Alemania,siendo de orígen Judío, así a la edad de trece años se trasladó con su familia al Reino Unido, donde ha vivido desde entonces. Posteriormente se convirtió en ciudadana británica nacionalizada. Es más conocida por sus libros de niños que ilustra ella misma, como por ejemplo: "El tigre que venía a tomar el té" y las novelas como "Cuando Hitler robó el conejo rosa" (su novela más conocida) y "la batalla de Inglaterra", que es semi -autobiográfica y narra la historia del ascenso de los nazis en la Alemania de 1930 desde la perspectiva de un niño. Ella salió de Alemania con sus padres y su hermano, Michael Kerr, en 1933, poco después de que los nazis llegaran al poder. Se vieron obligados a dejar a su padre, Alfred Kerr que era crítico de teatro, y fue buscado por las autoridades nazis. La familia viajó primero a Suiza y luego a Francia, antes de asentarse finalmente en el Reino Unido. Durante la Segunda Guerra Mundial, Kerr trabajó para la Cruz Roja, antes de convertirse en una artista. Más tarde fue llevada por su futuro marido - guionista Nigel Kneale - a solicitar un trabajo como guionista de televisión en la BBC. Consiguió el trabajo y Kneale y ella se casaron en 1954, permaneciendo casados hasta la muerte de Kneale en 2006. Tuvieron dos hijos: su hijo Matthew Kneale es un escritor distinguido, Su hija, Tacy Kneale, trabaja en la industria de efectos especiales, y ha trabajado en las populares películas de Harry Potter. Tacy planea comenzar a escribir libros de niños también. Judith actualmente vive en Barnes, Londres. En 1974 ganó un prestigioso premio alemán por su novela infantil: " Cuando Hitler robó el conejo rosa".
miércoles, 7 de marzo de 2012
lunes, 5 de marzo de 2012
Franz Kafka.
Franz Kafka
(Praga, 1883 - Kierling, Austria, 1924) Escritor checo en lengua alemana. Nacido en el seno de una familia de comerciantes judíos, Franz Kafka se formó en un ambiente cultural alemán, y se doctoró en derecho. Pronto empezó a interesarse por la mística y la religión judías, que ejercieron sobre él una notable influencia y favorecieron su adhesión al sionismo.
Su proyecto de emigrar a Palestina se vio frustrado en 1917 al padecer los primeros síntomas de tuberculosis, que sería la causante de su muerte. A pesar de la enfermedad, de la hostilidad manifiesta de su familia hacia su vocación literaria, de sus cinco tentativas matrimoniales frustradas y de su empleo de burócrata en una compañía de seguros de Praga, Franz Kafka se dedicó intensamente a la literatura.
Su obra, que nos ha llegado en contra de su voluntad expresa, pues ordenó a su íntimo amigo y consejero literario Max Brod que, a su muerte, quemara todos sus manuscritos, constituye una de las cumbres de la literatura alemana y se cuenta entre las más influyentes e innovadoras del siglo XX.
En la línea de la Escuela de Praga, de la que es el miembro más destacado, la escritura de Kafka se caracteriza por una marcada vocación metafísica y una síntesis de absurdo, ironía y lucidez. Ese mundo de sueños, que describe paradójicamente con un realismo minucioso, ya se halla presente en su primera novela corta, Descripción de una lucha, que apareció parcialmente en la revista Hyperion, que dirigía Franz Blei.
En 1913, el editor Rowohlt accedió a publicar su primer libro, Meditaciones, que reunía extractos de su diario personal, pequeños fragmentos en prosa de una inquietud espiritual penetrante y un estilo profundamente innovador, a la vez lírico, dramático y melodioso. Sin embargo, el libro pasó desapercibido; los siguientes tampoco obtendrían ningún éxito, fuera de un círculo íntimo de amigos y admiradores incondicionales.
El estallido de la Primera Guerra Mundial y el fracaso de un noviazgo en el que había depositado todas sus esperanzas señalaron el inicio de una etapa creativa prolífica. Entre 1913 y 1919 Franz Kafka escribió El proceso, La metamorfosis y La condena y publicó El chófer, que incorporaría más adelante a su novela América, En la colonia penitenciaria y el volumen de relatos Un médico rural.
En 1920 abandonó su empleo, ingresó en un sanatorio y, poco tiempo después, se estableció en una casa de campo en la que escribió El castillo; al año siguiente Kafka conoció a la escritora checa Milena Jesenska-Pollak, con la que mantuvo un breve romance y una abundante correspondencia, no publicada hasta 1952. El último año de su vida encontró en otra mujer, Dora Dymant, el gran amor que había anhelado siempre, y que le devolvió brevemente la esperanza.
La existencia atribulada y angustiosa de Kafka se refleja en el pesimismo irónico que impregna su obra, que describe, en un estilo que va desde lo fantástico de sus obras juveniles al realismo más estricto, trayectorias de las que no se consigue captar ni el principio ni el fin. Sus personajes, designados frecuentemente con una inicial (Joseph K o simplemente K), son zarandeados y amenazados por instancias ocultas. Así, el protagonista de El proceso no llegará a conocer el motivo de su condena a muerte, y el agrimensor de El castillo buscará en vano el rostro del aparato burocrático en el que pretende integrarse.
Los elementos fantásticos o absurdos, como la transformación en escarabajo del viajante de comercio Gregor Samsa en La metamorfosis, introducen en la realidad más cotidiana aquella distorsión que permite desvelar su propia y más profunda inconsistencia, un método que se ha llegado a considerar como una especial y literaria reducción al absurdo. Su originalidad irreductible y el inmenso valor literario de su obra le han valido a posteriori una posición privilegiada, casi mítica, en la literatura contemporánea.
Napoleón Bonaparte
En 1769, nacía en Córcega, un niño llamado Napoleón Bonaparte, hombre que durante esta nueva etapa de Francia, presta importantes servicios, y el Directorio lo nombra general en jefe del ejército, que debía operar en el norte de Italia, cuando ésta estaba sometida por el dominio austriaco. Este hombre llegó a tener en sus manos el destino de Europa.
Un año y medio duró su campaña en Italia, dominando a italianos y austriacos. Fue la revelación de un genial estratega. Como Inglaterra era inaccesible por su potente escuadra naval, Napoleón decide atacar Egipto ( en poder de los turcos), para luego conquistar la India. Napoleón en la batalla de Pirámides, vence a los turcos, pero Inglaterra destruye mas tarde sus flotas, y Napoleón debe retirarse a su país.
Al llegar a Francia, a pesar de su derrota, es recibido con todos los honores y con un entusiasmo delirante. Válido de su prestigio, Napoleón trata de reformar la Constitución, como el Directorio se opone, Napoleón lo clausura mediante un golpe militar, creando el Consulado, siendo él, el Primer Cónsul.
A partir de esta usurpación, Napoleón se dedica a reorganizar su país con inteligencia y previsión en todas las áreas de la administración.
Inmediatamente vence a Austria, dos años más tarde Inglaterra firma la paz. Por el prestigio militar, que dieron sus victorias militares, el pueblo de Francia, acepta el cambio de gobierno, y el Papa Pío VII, le corona con el título de Emperador de los franceses, con el nombre de Napoleón I.
Las naciones europeas sintieron recelos e intranquilidad frente a esta política expansionistas de Napoleón. Inglaterra, Austria y Rusia aliadas fueron sucesivamente vencidas por los franceses. Luego fueron vencidos los prusianos. Más tarde se apodera de España, colocando a su hermano José Bonaparte a cargo del trono, soberano que nunca tuvo adhesión popular.
El dominio de Francia se extendía por toda Europa, pero faltaba la conquista de Rusia. Con un formidable ejército de 500.000 hombres, llegó a Moscú. Los rusos se opusieron inicialmente, pero siempre retrocedían, y Napoleón los perseguía sin cansancio. Cuando quiso retirarse, un invierno espantoso lo tenía aprisionado. Carente de abrigos y alimentos y rodeado de desiertos helados, el formidable ejército quedo reducido a 18.000 hombres. La fortuna se alejaba del emperador. Esta vez Europa unida, se enfrentaba a Napoleón, el cual es vencido finalmente en la Batalla de Leipzig, en 1813. El trono de Francia es ocupado ahora por Luis XVIII, hermano de Luis XVI. Napoleón no se dio por vencido, y con un escaso ejército invade Francia, y ocupa nuevamente el trono francés. Cien días le duró este imperio, Europa estaba cansada de él, y mandó en contra sus ejércitos, derrotándolo en la Batalla de Waterloo, el 18 de Junio de 1815. Prisionero de los ingleses, lo confinaron en un islote en Santa Elena, donde falleció 6 años después. Napoleón tenía 52 años. El trono de Francia fue recuperado por Luis XVIII.
Sus restos fueron trasladados a París en 1840 a petición del rey Luis Felipe I de Orleáns y se enterraron con grandes honores en los Inválidos, donde permanecen actualmente
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